Una reforma muy especial para un edificio representativo del centro de la ciudad. La premisa, respetar al máximo su lenguaje, sin ser invasivo con la arquitectura y por el contrario recuperar esos elementos que se habían perdido con el tiempo. El mármol, la vegetación combinados con una señalética contemporánea y unos resaltos en pisos epóxicos dan un contraste genuino y cálido al espacio.

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Además se plantea reprogramar las modulación de espacio, tanto para acceso de empleados como de visitantes y así poder mejorar el flujo de los ascensores.